El riesgo no siempre se ve

El riesgo no siempre se ve

Autor: Daniel Orduna

Actualizado: 7/8/2025 2:07:33 AM horas


Confianza laboral no equivale a seguridad digital: el riesgo silencioso en las empresas

En muchas organizaciones, el reconocimiento laboral viene acompañado de ciertos privilegios: mayor autonomía, menos supervisión y, frecuentemente, accesos más amplios a sistemas o información crítica. Se trata de un acto natural de confianza hacia quienes han demostrado compromiso, eficiencia y trayectoria. Sin embargo, este tipo de confianza puede convertirse en un riesgo silencioso cuando no va acompañada de formación constante y límites digitales claros.

A nivel interno, perfiles como gerentes, líderes de área o colaboradores clave suelen tener mayor libertad en sus hábitos tecnológicos. Es común, por ejemplo, que un gerente reenvíe una hoja de cálculo con datos sensibles desde su correo personal, que un empleado modelo comparta accesos “por practicidad” o que alguien con años en la empresa nunca haya cambiado su contraseña… porque “nunca ha pasado nada”. Estos comportamientos, normalizados en muchas organizaciones, representan una amenaza latente en términos de ciberseguridad.

Desde Execudata señalamos una realidad contundente: la confianza no sustituye a la capacitación. Dejar la seguridad en manos de la buena voluntad o del historial laboral de una persona es abrir una brecha en la protección organizacional. En entornos donde la tecnología es transversal a todos los procesos, ningún puesto puede quedar fuera de las prácticas de seguridad básica.

En lugar de perseguir errores, proponemos cultivar una cultura de hábitos, desde un enfoque centrado en acompañar a las empresas a establecer rutinas digitales más saludables, donde la seguridad no sea un castigo ni una auditoría sorpresa, sino una forma cotidiana de trabajar mejor.

Este cambio de paradigma implica varios elementos: Capacitación continua para todos los niveles jerárquicos, protocolos claros de acceso y uso de información, supervisión activa pero respetuosa de las prácticas digitales, espacios para compartir aprendizajes y errores sin penalización inmediata, evaluaciones periódicas de cultura digital, no solo de cumplimiento técnico.

La ciberseguridad, lejos de ser un asunto exclusivamente técnico, es una cuestión cultural. Y como toda cultura, se construye a diario con acciones pequeñas pero sostenidas. Por eso, en Execudata creemos firmemente en que no se trata de desconfiar de las personas, sino de asumir que la prevención es responsabilidad compartida. En un contexto donde los ataques son cada vez más sofisticados, la formación y el acompañamiento se vuelven esenciales.

Así como se invierte en liderazgo, innovación o clima laboral, invertir en ciberseguridad humana es proteger lo más valioso: la continuidad y reputación de la empresa.

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